Instalación, normativa y mantenimiento de videovigilancia en portales y garajes

En los últimos años, la videovigilancia en portales y garajes comunitarios se ha convertido en una herramienta cada vez más demandada para reforzar la seguridad y el control de accesos. Sin embargo, además de elegir cámaras de buena calidad, es imprescindible conocer la normativa legal vigente y establecer un plan de mantenimiento eficaz. En este artículo veremos, de forma clara y práctica, cuáles son los pasos clave para instalar correctamente un sistema de videovigilancia, respetar la protección de datos y garantizar su funcionamiento a largo plazo.

Normativa y requisitos legales

Antes de colocar cualquier cámara en el portal o en el garaje, debemos atender a la legislación en materia de privacidad y protección de datos. En España, las bases a cumplir son principalmente dos:

  • Reglamento General de Protección de Datos (RGPD).
  • Ley Orgánica de Protección de Datos y Garantía de los Derechos Digitales (LOPDGDD).

Principios básicos de la protección de datos

  1. Finalidad y proporcionalidad: Las cámaras solo se instalan para proteger la seguridad de vecinos y usuarios. No puede haber grabaciones de ámbitos íntimos (por ejemplo, mirillas o viviendas particulares).
  2. Minimización: Solo se graba lo estrictamente necesario (acceso, zonas comunes y plazas de parking).
  3. Plazo de conservación: Las imágenes no deben conservarse más de 30 días, salvo que se usen en una investigación o como prueba en un procedimiento.

Señalización y derechos de los vecinos

  • Carteles visibles de “Zona videovigilada” indicando quién es el responsable del fichero de grabaciones y la dirección para ejercer derechos de acceso, rectificación o supresión.
  • Información recogida en el Registro de Actividades de Tratamiento (RAT) que debe llevar la comunidad.
  • Designar, si procede, un Delegado de Protección de Datos (DPD), sobre todo cuando hay grabaciones que afecten a personas ajenas a la comunidad (por ejemplo, clientes de un comercio anexo).

Fases de la instalación adecuada

Contar con un proyecto antes de empezar ahorra sorpresas. A continuación describimos las etapas principales:

1. Estudio del entorno

  • Identificar los puntos críticos: puerta de acceso principal, acceso de vehículos, pasillos y zonas oscuras.
  • Determinar cobertura y ángulos de visión para evitar huecos de seguridad o solapamientos innecesarios.

2. Selección de equipos

Aspectos clave a valorar:

  • Resolución y calidad de imagen: un mínimo de 1080p para poder diferenciar rasgos faciales.
  • Visión nocturna o iluminación infrarroja si el garaje carece de luz.
  • Protección frente a polvo y humedad (IP65 o superior en exteriores).
  • Sistema de grabación (NVR o grabador en la nube), compatibilidad con el resto de dispositivos de la comunidad.

3. Instalación física y conexiones

  • Ubicar las cámaras a 2,5–3 metros de altura, inclinadas para cubrir las reglas de seguridad sin grabar la calle o viviendas.
  • Tendido de cableado (UTP o coaxial) o configuración de enlace Wi-Fi/malla inalámbrica, según sea posible.
  • Alimentación eléctrica: valorar puntos de luz cercanos o instalar fuentes PoE (Power over Ethernet) para simplificar cables.

4. Configuración y pruebas

  • Ajustar ángulos, enfoque y sensibilidad para evitar “ruido” en imágenes con poca luz.
  • Comprobar la grabación continua o por detección de movimiento, según el plan de seguridad.
  • Probar el acceso remoto desde móvil u ordenador y establecer contraseñas robustas.

Ejemplo práctico

La Comunidad “Las Rosas” tenía robos puntuales en su garaje. Su administrador encargó un proyecto:

  1. Detectaron tres puntos ciegos (rampas y pasillos).
  2. Colocaron cuatro cámaras 1080p con visión nocturna.
  3. Instalación PoE y grabación en un NVR con 2 TB de disco.
  4. Señalizaron la entrada con un rótulo homologado.

En quince días, lograron identificar a una persona que forzaba puertas de parking. El vecindario recuperó su tranquilidad.

Mantenimiento periódico

Un sistema de videovigilancia no es “instálalo y olvídate”. Un buen mantenimiento prolonga la vida útil y evita fallos en el momento más crítico.

Tareas mensuales

  • Limpieza de lentes y carcasas para eliminar polvo o telarañas que afecten la visibilidad.
  • Revisión de conexiones: comprobar que no haya cables sueltos ni corrosión en bornes.
  • Test de grabación: buscar clips de prueba e intentar reproducirlos.

Tareas anuales

  • Actualización de firmware de cámaras y grabador a la última versión para corregir fallos de seguridad.
  • Verificación del disco duro: escaneo de sectores y reserva de espacio libre (al menos 30%).
  • Revisión profesional: si el fabricante ofrece servicio técnico, es recomendable realizar una inspección más exhaustiva.

Conclusión

La videovigilancia en portales y garajes es una medida efectiva para reforzar la seguridad en comunidades de vecinos, siempre que se cumpla la normativa y se garantice un correcto mantenimiento. Antes de instalar, evalúa necesidades, elige equipos adecuados y formaliza todos los requisitos legales: señales, plazos de almacenamiento y registro de datos. Una vez en marcha, no olvides las revisiones periódicas: te asegurarán imágenes nítidas y un funcionamiento fiable. Si aún no has dado este paso, contacta con un instalador profesional y revisa la política de protección de datos de tu comunidad. Con el sistema bien implantado y mantenido, todos ganan en tranquilidad.